lunes, 29 de febrero de 2016

Madrid, Madrid, Madrid....

No sé que tiene esta ciudad que, con o sin necesidad, los paseos por ella son terapeúticos.
Hoy he tenido el impulso de salir y, como os prometí, me he dado un laaargo paseo por la calle Fuencarral, la calle de Las Infantas, la calle Barquillo y la calle Prim hasta llegar a casa por la Plaza de Colón y la calle Goya, para enseñaros los locales que más me gustan.

Una de mis tiendas favoritas es esta: Kling. Su estilo propio me cautivó hace mucho tiempo cuando la descubrí, por primera vez, hace unos 10 años cuando vivía por este barrio.




Un poquito más adelante (dirección Gran Vía), no viene mal tomarse un aperitivo para coger fuerzas y que mejor sitio que El Mercado de San Ildefonso.



Paseando hay taaanto que ver. He caminado esta calle cuando el tráfico pasaba por aquí y desde que la hicieron peatonal ha ganado más. No me canso porque es cambiante, con mucha mezcla de ambientes, moderna y a la vez tradicional.

Aquí podeis verlo en una capilla donde encontramos un mercadillo solidario con las puertas abiertas al nuevo mundo que vivimos. Esta capilla suele estar cerrada y cuando paso por allí me asomo a sus pequeñas ventanas para saludar.



Uno de los lugares emblemáticos de esta calle se cerró ya hace un tiempo, el Mercado de Fuencarral, lugar de referencia para los madrileños y para los que venían de fuera. Sin duda alguna era una visita obligada. 

Esta calle está plagada de tiendas, los portales de las casas....!apenas recuerdo haberme fijado en ellos o haberlos visto!.





Hay una tienda relativamente nueva que me encantó. Es diferente por diseño y la ropa es algo pequeña en tallas pero hay cositas interesantes.


Y como no, no podía faltar la música. Es raro pasear por aquí y no ver a un grupo de calidad versionando a los Beatles o cantando música Gospel como en el post de hace unos días. Y sí, cantan muy pero que muy bien.


Es en este momento cuando decido girar por la calle de Las Infantas, a lo lejos veo el hotel Room Mate Oscar ubicado en la Plaza de Vázquez de Mella, 12 referente de modernidad en este barrio. 


Llegados a este punto los locales van quedando atrás y empezamos a ver lugares acogedores donde comer, tomar una caña, un vino, un café calentito o una infusión con un bollito, cerca de los ventanales mientras llueve fuera o simplemente resguardarte del frío que hace hoy en Madrid.



¿Sabeis algo muy típico de Madrid?. Tic, tac, tic, tac... bingo, !los atascos!.

Pero bueno, para eso están las bicis, aunque yo no soy muy partidaria de usarlas en una ciudad que considero que no está adaptada para ellas. Madrid es una ciudad de tráfico nos guste o no.



Seguimos adelante y tras ver alguna tienda van ganando terreno los bares.
Estas calles son un museo de gastro bares lindísimos que invitan a entrar, algunos son más grandes otros más pequeñitos pero están decorados con un gusto exquisito manteniendo el encanto del Madrid castizo o algunos más modernos.







Sin duda alguna podría llenar este post de fotos y más fotos porque no hay lugar que no se la merezca pero os he seleccionado algunos lugares favoritos.

Un consejo, piérdete si vienes por Madrid 
porque a veces lo necesitamos, y terminarás encontrándote. 
Esta frase es mía ;) porque así lo siento y porque así es.





#bedifferent #behappy

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